Según el artículo 348 bis de la Ley de Sociedades de Capital (LSC), en vigencia desde enero de 2017, a partir de ahora, los socios minoritarios de las sociedades mercantiles no cotizadas tienen derecho a que la empresa les compre las acciones a un precio razonable si durante tres años no reparte dividendo.

Eso representa un cambio importante para proteger los socios minoritarios. Sabemos que en las empresas cotizadas los socios minoritarios están más protegidos una vez que todos los datos de la empresa son abiertos y bien comunicados y se sabe exactamente cuál será el reparto de dividendos, aparte si el inversor minoritario decide salir puede fácilmente vender sus acciones en el mercado abierto de las bolsas.

Cómo se comenta en un reportaje de El Economista, la razón de ser de esta ley es que: «el minoritario ve su inversión prisionera de por vida, sin obtener ningún tipo de beneficio ni tan siquiera poder recuperar su inversión, puesto que el precio de recompra para poder abandonar la sociedad lo impone el mayoritario».

Ese problema pasa por dos razones básicas: falta de transparencia en el sector no cotizado y falta de opciones de salida de las inversiones en entornos privados.

En muchos casos, existe el riesgo de que los socios mayoritarios acaban aprovechándose de su posición ventajosa por tener acceso a la información y por tener el poder de controlar el reparto de dividendos y tomando decisiones que perjudican a los minoritarios.

De acuerdo con el artículo de la ley, el socio minoritario podrá salir de la inversión, si así desea, siempre y cuando no esté recibiendo los dividendos que le caben. Entretanto, otro problema que pueden enfrentar en este punto es como valor de manera justa lo que vale la participación de cada inversor a la hora de la venta.

El artículo determina que las acciones deben ser valoradas por un auditor de cuentas distinto al de la sociedad, designado por el registrador mercantil.

«Así, con esta medida se trata de poner fin a los abusos del socio mayoritario para hacerse con el capital del minoritario si, como suele ocurrir, éste tiene derecho a la percepción de salarios u otras prebendas asociadas al control societario o a transacciones sobre las participaciones, que obligan a poner más recursos al minoritario o a ver cómo se diluye su inversión», dice el reportaje.

Existen muchas maneras de valorar una empresa y sus acciones y ese proceso puede ser muy subjetivo. Un experto contable elegido por el registrador mercantil puede no ofrecer la mejor valoración. En estos casos, el inversor o la empresa podrían reclamar presentando otros expertos con opiniones distintas, pero puede ser un proceso complicado.

El hecho es que la nueva medida, es un apoyo para los socios minoritarios y ayuda a evitar algunos abusos por parte de los mayoritarios, pero no resuelve completamente los posibles conflictos que pueden surgir de las dos partes. Es bueno recordar que los abusos también pueden venir por parte de los minoritarios.

¿Y cómo evitar entonces estos conflictos de intereses en las empresas no cotizadas?

Existe un punto que es esencial: la transparencia. Para que haya transparencia es esencial haber comunicación. Y hoy no existen muchas herramientas para facilitar esa comunicación entre las empresas no cotizadas y sus inversores.

Pensando en eso, desde nuestra herramienta Private Investments Network, lo que buscamos hacer es potenciar esa relación ofreciendo funcionalidades que permiten una comunicación más transparente. Aquí destacamos algunas de ellas:

  • Visión centralizada y actualizada de los datos de la empresa: valor de la participación, último precio, valor teórico, facturación, capitalización, EBITDA, dividendo, rentabilidad dividendo, y muchos otros datos.
  • Matching para materializar intenciones de compra y venta de participaciones: posibilidad de crear en entornos totalmente privados y controlados, un matching entre las intenciones (anónimas a priori) de los inversores que quieren comprar acciones de las empresas y los que quieren vender, así hay una opción real de salida que promueve liquidez a los inversores.
  • Gestión de reuniones: permite convocar reuniones, acompañar la confirmación de los invitados, compartir materiales, actualizar en tiempo real los participantes y los temas debatidos, hacer seguimientos de las tareas post reunión. Todo eso permite una relación más cercana entre empresa e inversor.
  • Envío de informes: las empresas pueden automatizar los informes y compartirlos con sus inversores de manera más ágil y eficiente, permitiendo que ellos estén al día de sus resultados y puedan tomar mejores decisiones.

Más información: www.privateinvestmentsnetwork.com

Fdo. Helena Lopes